El cuidado de nuestras zonas íntimas ha dejado de ser tabú. Y, lo que es más importante, de reconocido interés (con cada vez menos vergüenza).
Ya no es incómodo colocar en la estantería del baño o el tocador esos productos dedicados en exclusiva a la salud de tu vulva, que necesita de varios cuidados.
Nuestra zona íntima es muy importante para nuestra salud y es, también, un ecosistema muy especial. Está llena de bacterias Lactobacillus, que mantienen el pH, protegiendo contra patógenos. Si se daña, se abre la puerta a infecciones, hipersensibilidad, sequedad y picores.
Vulva sí, vagina no. Primera entre las primeras y concepto clave a la hora de afrontar el cuidado íntimo. Aunque la V suela llevar a equívoco, corresponde a la vulva y no a la vagina (un 80% más popular que la primera a la hora de buscar sobre su higiene en Google, y por error).
Es un mandamiento que no debes olvidar: NO hagas nada dentro. La vagina es como un horno autolimpiable y ella sola se encarga de limpiarse. Para la vulva, o sea la parte externa, es un poco diferente: hay que limpiarla, idealmente solo con agua y si usas productos, debes tener la precaución de que sean con el pH adecuado.
La vagina tiene un pH y una flora bacteriana determinada que puede verse alterada con los jabones convencionales, incluso con aquellos neutros, ya que pueden provocar irritaciones e infecciones.
Debemos, también, evitar el exceso de humedad en la zona genital, porque puede promover el desarrollo de infecciones vulvovaginales, de las vías urinarias e incluso la aparición de hongos. Es común que en la temporada de verano estas infecciones aumenten.
También es clave saber que tanto los materiales sintéticos, como la utilización de ropa interior demasiado ajustada, impiden la transpiración y fomentan un entorno proclive a la generación de gérmenes.
Siempre que sea posible, debemos escoger fibras naturales como el algodón, que facilita la transpiración de la piel. Se deben priorizar, además, los colores claros y que no se aprieten demasiado al cuerpo para conservar la salud de nuestra zona íntima.